domingo, 4 de mayo de 2014

mamá..

Sé, que no soy la mejor hija del mundo ni de coña. Y que en muchas ocasiones soy insoportable, borde y asquerosa, pero ahí está ella, soportandome a pesar de todo. Creo que nunca tendré suficientes palabras para agradecerla todo lo que a hecho por mí, jamás. La he cagado en repetidas veces, soy una cabezota y en muchas ocasiones la he tratado mal, la he gritado, la he llegado a insultar... He llegado a hacer cosas de las cuales, sé, que ella nunca estará orgullosa de mí. No soy la mejor estudiante, no la traigo las mejores notas y tampoco soy la más educada de la casa. Rara vez hago algo bien, y aún así, ella está ahí para ayudarme, apoyarme, y haciéndome saber que ella me a dado la vida y sin yo decirla nada, ella sabe lo que me pasa. Y yo, que no soy de decir nada, que soy de guardarme todo para mí, ella sabe qué días preguntarme un "¿qué te pasa?". Para ella nunca tendré las mejores compañías, nunca debo fiarme de nadie, y si quiero algo debo de luchar por ello. No te escribo esto por ser el día de la madre, si no porque más de los 20000 días que llevas aguantandome, ya era hora de agradecerte todo lo que haces por mí. Gracias, mamá. Desde siempre, y sí, por suerte, para siempre.

lunes, 24 de marzo de 2014

12012011

"Mucha gente piensa que lo  mejor de su vida es si mismo, a mi no me pasa eso, lo mejor de mi vida realmente y para que mentir, es ella. Hablo de la persona que más feliz me hace y que sé que si algún día me faltase por algún motivo, pues.. No me lo perdonaría jamás. Extrañaría eso que tenemos todos desde que nacemos y no porque me muriera, sino porque ella es eso, mi vida."

martes, 11 de marzo de 2014

Ver como te desangras y no poder parar la hemorragia.

Mirar conversaciones y notar como el remordimiento te corre por las mejillas más rápido de lo que tú te esperas. ¿No ves que pierdes el tiempo? No, no lo ves porque estás dolorida. Porque le echas de menos y ¿sabes qué es lo peor?, que él a ti no. ¿A que duele la verdad? Pues es así. Y no, no va a volver a necesitar tus buenos días ni tus buenas noches. No va a necesitar tus llamadas a las tantas de la noche, no va a necesitar que sus ojeras tengan una razón, y esa seas tú. No va a necesitar que le hagas reír de nuevo cuando está mal, no va a necesitar que le llames y le sueltes un 'te echo de menos' así, de la nada. No va a necesitar oír tu voz. No va a necesitar a tus frías manos por su espalda, ni tus dedos por su cuello. No va a necesitar verte o hablar contigo a todas horas. No va a necesitar mirarte a los ojos como antes lo hacía. No va a necesitar pasear sus dedos por tus manos. ¿Sabes porqué no lo va a necesitar? Por que ya tiene a alguien que le da todo eso y más, mucho más de lo que tú le podías dar. No te engañes, no va a volver. No te autoconvenzcas a ti misma pensando que en unos meses va a volver y te va a decir que te quiere y que quiere que todo vuelva a ser como antes. No. Ya tiene a alguien, y si lo dejan, a quien va a volver va a ser a esa persona y no a ti. Así que deja de llorar y lamentarte porque solo te castigas a ti misma pensándolo, leyendo conversaciones antiguas que no se van a volver a repetir, oyéndolo en cada nota de voz que te mandaba riendo. No te va a servir de nada.

martes, 18 de febrero de 2014

Joder.

Escribo, escribo y sigo escribiendo. No le he encontrado ningún sentido ni explicación a nada aún, no quiero entenderlo la verdad, quiero seguir en la mentira de dolores que descubrir la verdad y acabar de nuevo de boca contra el suelo. No te he visto aún, y aunque me joda no ver tu sonrisa le agradezco al destino no ponerte en mi camino, porque volver a verte sería volver a recaer. Y.
Escribo miles de puntos suspensivos en nuestras frases, aquellas que aún no he conseguido terminarlas, ni voy a acabar aún.
Aparentemente he vuelto a ser la de siempre, obviamente no iba a darme la mierda para mi misma de estar destrozada, pero por dentro. Ay.
Un puto caos. Quedan trozos de los recuerdos, de tus celos, de tus 'te quiero', de tus tonterías, de tus cosquillas, de tus manos en mis manos, de tus abrazos, de los besos que nunca nos dimos.
Todos rotos.
Tanto como yo.

martes, 11 de febrero de 2014

Tú.

De un día para otro las cosas cambian y duele. Claro que duele. Yo no tengo la culpa de nada, he dado lo mejor de ti pero. Cambia. ¿Por qué cojones cambia tu forma de verme si yo no he cambiado? Sé que no, no soy perfecta. No tengo la mejor sonrisa, los mejores ojos, el mejor cuerpazo, no soy maja, ni soy todo sonrisas, más bien soy todo lo contrario, ni soy todo lo que un tío busca en una tía pero, te quiero. Y no sabes valorarlo. No tienes ni puta idea de lo que siento cada vez que te veo con ella,  no sabes ni la  mitad de lo que siento yo por ti.
He acabado por agotar todas las lágrimas que tenía dentro, he acabado por romper todas las paredes que construimos juntos... Y no me a servido para nada. Solo para recordarte más y reconocer que tú has tenido la culpa de mis cicatrices. Claro que sangran. Pero ya me la suda, por que si no eres tú quien va a cortar la hemorragia puede seguir sangrando hasta desangrarme.
Cuesta. Y mucho. La mierda de llegar y tener que mirarte a los ojos, y no poder pasar al lado tuyo por que se me caen las putas lágrimas y no me veo capaz de que tú, que tantas sonrisas me has sacado, te permita ver como cae el dolor por mis mejillas. El descosido que me hiciste ya se a hecho roto, y, por desgracia, ya no tiene solución. Se va a quedar ahí, como una marca más de mi cuerpo que recordar y de nuevo, por desgracia, no poder olvidar. Pero.
El causante de todo esto eres tú.

domingo, 9 de febrero de 2014

Noviembre.

Es como estar a la espera de la espera,
Al tiempo pedirle tiempo y solo conseguir más mierda,
Como pedirle minutos a los segundos y no conseguir pasar la hora,
Como aquel margen lleno de rallajos y de nombres tachados que nadie quería que leyera,
Como mis putas lágrimas que estuvieron más presentes que tus falsas sonrisas,
Como las noches en las ya no tenías miedo a la gente, si no a ti misma...
Como esos ojos que te susurran que te quedes,
Y esos labios que te gritan que te vayas,
Como Noviembre y sus recuerdos, sus besos, sus celos, sus miradas,
Como un verano bajo sus mantas,
Al que cualquiera se presenta voluntario por conseguir la primera carrera de sus medias.

No vine a hablaros de los recuerdos que te quedan después de un año de cosas difíciles. No he venido a contaros como te sientes después de que los problemas te lleguen hasta el cuello y te cueste hasta respirar. Ni tampoco de ruinas, ni de mierdas de las que no puedo quejarme.
Tan solo quería contar algo sobre sus ojos. Sobre esa mirada que no se borra nunca de mi mente.
Sobre esos ojos que me gritaban que me fuera, que me alejara de todo ese desastre que él era, y de esos labios que no dejaban de susurrarme que me quedara, que intentara buscar su norte y arreglar un poco su vida.
No éramos el mejor ejemplo de crear cuentos, pero teníamos más historias que realidades.