Tropieza, cae, y levántate. Todas las veces que tu creas necesarias. Nunca dejen que te empujen, ni si quiera dejes que unas simples palabras te hagan caer y no levantar. Sé fuerte, venga, tú puedes. Cómete los errores que necesites, pero ten por seguro que si los cometes es para aprender de ellos. ¿Perder personas? Las justas, y no necesarias. Créeme, aprenderás mucho. Llora y ríe, las veces que te hagan falta. Y por fin llega el momento en el que tienes que empezar de cero, es otro reto que te pone la vida, pero nadie te dijo que sería fácil. Consigue todo eso que un día soñaste, soñar no es malo, y sabes perfectamente que si te lo propones TÚ lo puedes conseguir con esfuerzo. No te rindas, nunca, eso es lo que esperan que hagas. Si consigues llegar al final, a la meta, habrás ganado.
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Sonrisas falsas