martes, 29 de noviembre de 2011

Te prometí que no te ibas a caer, y si lo haces, lo haremos juntos.

Te voy a pedir algo. No hace falta que digas nada, solo haz lo que te digo y acabarás entendiendo lo que siento. Está bien, siéntate en el columpio. Ahora cierra los ojos y agárrate con fuerza. Tranquilo, cuando yo te diga, suéltate y te prometo que no te caerás. Ahora te voy a empujar con muchísima fuerza, y cuando grite, abre los ojos, ¿vale?. ¡Hazlo! Abre los ojos. ¿Te late el corazón rápido? Vale, vamos bien. Ahora vuelve a cerrar los ojos y móntate.

No te agarres, como te prometí antes no te vas a caer. Te voy a empujar primero flojo y luego lo haré con fuerza, pero tu sobre todo no te agarres, hazlo por mi, por favor. ¿Y ahora? ¿Como te sientes? ¿Te late el corazón muchísimo más rápido que antes? Bueno, pues ahora creo que ya entiendes lo que yo siento cuando pasas por mi lado, cuando me miras, cuando te acercas, cuando rozas tu mano con la mía. Es raro, ¿eh? Tranquilo, dicen que si sientes estos sentimientos hacía una persona es que estás enamorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisas falsas