Vuelvo a mirar que estás conectado, como siempre que me conecto. Busco tu nombre y ahí estás, conectado, como otras tantas veces. Abro tu ventana, y la dejó ahí. Sin decir nada. No quiero ser pesada, ni que creas que estoy siempre encima tuya, ni mucho menos. Tampoco quiero parecer una tonta que no puede vivir sin ti, (que lo soy). Y aún sigo esperando a que me hables. Cambio mi estado, subo dos o tres fotos, escribo otro tablón, todo por que me hables, para que te salga en 'Novedades' y que le des a mi perfil. Y sí, te salga el círculito ese verde, ese que miro siempre que te conectas. Pero nada. Estás ausente. ¿Volverás? Quién sabe...
30 minutos después. Ya no estás ausente. Y una sonrisa se vuelve a colocar en mi cara, teniendo esa pequeña esperanza de que te salga en novedades y puedas hablar. Por fin, me dices un hola. Será soso, pero eso hace que una pequeña ilusión de que pienses en mi un segundo. Así, día tras día...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sonrisas falsas