
Anoche, comencé a mirar fotos de cuando era pequeña. Y, aunque ya lo habréis escuchado muchas veces, me di cuenta que de pequeña yo era mucho más feliz. Que las cosas eran más sencillas por aquellos entonces, y que con una simple pataleta de las mías, muchas veces me compraban lo que querían. O que traer las notas llenas de sobresalientes, era normal. Simplemente tenía una sonrisa diferente, sin forzar, completamente limpia y confiada. Pero.. ¿y la sonrisa de ahora? Es más falsa que las Barbies de los chinos. De pequeña yo era totalmente alegre, no tenía problemas, no me enteraba de nada. Por lo máximo que lloraba era por que me caía en el parque, por que quería esa muñeca nueva que tenían todas las niñas y yo no, por que me enfadaba con mi hermano por hacerme de rabiar. Por que sí, puedo asegurar, que una herida en la rodilla duele mucho menos que un corazón roto. Recuerdo que antes no había prejuicios, no había comparaciones, no había tanto dolor como hay ahora.
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Sonrisas falsas