viernes, 18 de mayo de 2012

Si duele ahora, imagínate la satisfacción al recordarlo después de tantos años.

Odio el sentimiento de echarte de menos. Me hace sentir tan incompleta, tan rara. El simple echo de sentir que no estás aquí, que no vas a volver, que nada va a ser igual si vuelves, que todo ha cambiado y lo que aún queda por cambiar. Todo eso me enseñó a luchar, a saber ser fuerte, a valerme por mi sola, a saber seguir por el camino de la felicidad completamente sola, a comprender que no te hace falta una persona a tu lado para conocer la palabra alegría. A entender el dicho: Mejor sola que mal acompañada. Al fin y al cabo, dicen que el primer amor causa estragos en tu personalidad y cuerpo durante toda tu vida. Creo que el mío, ha empezado a hacer efectos bastante raros. Empecé a darme cuenta de que ya no necesitaba a nadie y a nada para sentirme realmente a gusto, a notar que con el tiempo todo el mundo se acaba pirando de tu lado, sin ni si quiera despedirse. Y todo esto te pasa después de haber sufrido tanto daño... ¿Para qué? ¿Para seguir echándote de menos?

1 comentario:

  1. Hola,nos encanta tu blog :)
    Podrías pasarte por el nuestro,de regalo por pasarte te llevaras una gran sonrisa,a que esperas para pasarte? C:

    ResponderEliminar

Sonrisas falsas