domingo, 24 de junio de 2012
Poco bosque para tanto animal.
El verdadero problema de la gente es que se preocupa demasiado por lo que no tiene ninguna importancia. Le echan demasiado cuenta, y, por que mentir, yo soy de esa gente. De esa que se preocupa por la mínima gilipollez que la digan, y se pasa el día pensando en el: ¿Por qué me lo habrá dicho? ¿Le daré asco? ¿Ya no me querrá? Justo en ese momento, es cuando todo te parece completamente negativo, aunque por fuera sigas sacando la misma sonrisa tonta de siempre, esa que todo el mundo considera la 'verdadera'. Pero, tu, y los que de verdad te quieren, realmente saben como es tu sonrisa, saben si estás bien o estás mal con una simple mirada. Y exactamente, ahora, estarás pensando en todas las cosas malas que te han pasado a lo largo del día, o a lo largo de tu vida, y ni si quiera te estás fijando en las buenas. Quizá más de uno nos tendríamos que aprender la lección de quien no arriesga, no gana. De quien se preocupa por lo malo, nunca llegará a ser totalmente feliz. Y que si tiras la piedra, no escondas la mano.
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Sonrisas falsas