lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Una historia con final feliz? Por favor, una historia sin fin es mucho mejor.

Él la observaba atentamente mientras que ella dormía, después de una loca noche. 'Es tan preciosa...' pensaba. Acarició con cuidado su brazo, haciendo que ella abriera poco a poco los ojos. Se despertó con una sonrisa en los labios, y con el pelo algo alocado.
-¿Me estabas mirando? - Pregunta ella, sentándose en la cama y mirándole atentamente.
+¡Que va! Me acabo de despertar. - Él mentía, y ella lo notó, lo que hizo que soltará una pequeña risa. - Iba enserio, ¿eh? Créeme.
-Te creería si no hubiera notado unos dedos algo fríos rozando todo mi brazo, haciendo que un escalofrío recorra todo mi cuerpo poco a poco... - Él se sonrojó bastante, agachó la cabeza y no dijo nada. - No importa, ¿eh? Me gusta que me despierten así, y más si eres tú.
Eso hizo que el se sonrojara más, y sin esperarselo, ella le levantó la cara, hizo que la mirara a los ojos, y lo besó dulcemente.
+Pero... anoche... estabas borracha. ¿Te acuerdas de todo lo que te conté?
-A ver, piénsalo bien. ¿Cómo no quieres que me acuerde de las palabras más bonitas que me han dicho en toda mi vida? Estaría borracha, pero me acuerdo perfectamente, eh. - Él sonrío, la besó, y entonces en ese justo momento, su corazón quedó totalmente perdido entre latidos sin sentido.
+ Te quiero. - Susurró entre sus labios.

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Sonrisas falsas