-Venga, pequeña, a dormir.
+Antes cuéntame un cuento... Por favor.
-¿Un cuento? ¿Yo? ¿A estás horas?
+Si no, no me iré a dormir.
-Está bien. ¿Y cuál quieres que te cuente?
+Inventatelo.
-Bueno, como quieras. Quizás cuando lo entiendas ya serás mayor, y te acordarás de estas palabras que te dice tu hermana ahora mismo. Cuando seas mayor, a lo mejor se te queda grande el mundo, los detalles, tu vida en general. Pero tranquila, que todo esto pasará rápido. ¿Sabes? La vida en pareja no es como la que tus muñecas. Hay fuera, princesa, no hay castillos de ensueño, lo cierto es que, para poder conseguir una casa tienes que trabajar duro.
+Oye, tata, si somos buenos al morir ¿vamos al cielo?
-No lo creo. Por eso en esta vida, tu, ante todo, intenta dejar huella, princesa. Mira, ¿ves las estrellas? Todas y cada una de ellas representan una parte de tu vida, ya lo irás entendiendo cuando seas un poco más mayor. Princesa, aprende que en esta vida todos son errores, que hasta la madurez aun te queda un camino largo. Tu sonríe, que ya vendrán tiempos peores. Los problemas al final te acabarán provocando tensiones, de momento vive feliz en la infancia, que no hay mejor negado que la ignorancia. Tu no tengas prisa en crecer, que cuando seas mayores querrás volver a tu niñez. Venga, y ahora, a dormir. Que mañana tienes colegio.
+¡No! Otro, vamos, por favor, por favor.
-Es que si no mamá nos va a regañar, ya sabes como es. Acuéstate por favor, que mañana tienes cole.
+No. Otro. Solo otro, y te prometo que me dormiré.
-Vale enana. Pero que no se entere mamá, ¿eh?
+Te prometo también que no.
-Quizás cuando esto lo comprendas espero que no sea demasiado tarde. He visto a chicas de mi edad con un bombo, ¿sabes? y todo por no poner una buena protección. Y es que al parecer, hay errores, que no se borran ni con tippex. Pareceré brusca, lo sé, pero pasamos de vivir un chiste a una broma de mal gusto. Donde se aprende y te enseña que los bebes no vienen desde Paris con la cigüeña. Tu de momento duermes con peluches, nosotros, con personas que nos quieran y nos achuchen. Toma chuches, cada noche hay miles de golosinas que te aislan y arruinan. No son dulces.
+¿Cómo el carbón que traen los Reyes en Navidad cuando me porto mal tata?
-No. Lo de los Reyes Magos, mira... ya te lo contaré otro día niña. Ahora a dormir, ¿vale?
+Si tata.
-Dame un beso anda.
+¡Duerme bien tata, y gracias por el cuento!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Sonrisas falsas